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Los líquidos son el corazón del vapeo, determinan el sabor, el golpe de garganta y la cantidad de vapor. Elegir el adecuado puede transformar por completo tu experiencia. Además, son el elemento que define el estilo y la satisfacción de cada usuario.
No se trata solo de vaporizar, sino de disfrutar cada calada con el perfil exacto que mejor se adapta a ti. Un buen líquido puede marcar la diferencia entre una experiencia mediocre y una realmente placentera.
Los líquidos para vapeo son soluciones que se calientan en tu dispositivo para generar vapor. Están compuestos por PG, VG, aromas y, opcionalmente, nicotina. Son totalmente distintos a los líquidos combustibles, ya que no producen humo ni ceniza.
Los ingredientes se combinan de forma precisa para lograr un equilibrio entre sabor, vapor y golpe. Esta mezcla se aloja en el tanque del vaper y es absorbida por un algodón que, al calentarse, genera el vapor que inhalas. La calidad del líquido influye directamente en la durabilidad de tu resistencia.
Los líquidos se clasifican según su proporción PG/VG y el tipo de nicotina. Esta elección influye en el tipo de dispositivo que puedes usar y en la sensación al vapear. Conocer estas diferencias te ayuda a evitar errores comunes al iniciar.
Una elección acertada evita caladas secas o golpes excesivos que podrían arruinar la experiencia. Además, al usar el líquido adecuado, prolongas la vida útil de tu vaper y evitas fugas innecesarias.
El calor convierte el líquido en vapor gracias a una resistencia en contacto con algodón empapado. La batería activa la resistencia, que genera el calor necesario para producir el vapor al instante.
La calidad del resultado final depende de la composición del líquido, el tipo de dispositivo, el estado de la resistencia y hasta la forma en que inhalas. Una buena sincronía entre estos factores mejora notablemente tu experiencia diaria.
Los líquidos ofrecen una alternativa más limpia y flexible al tabaco. No generan humo ni cenizas, solo vapor aromático. Esto los convierte en una opción más cómoda para quienes buscan discreción y menor impacto ambiental.
Además, puedes ajustar cada aspecto de tu experiencia: desde el sabor hasta la cantidad de nicotina y el tipo de calada. Es ideal tanto para quienes están dejando de fumar como para los que disfrutan del vapeo recreativo.
Elegir bien depende del sabor, la potencia del vaper y tu consumo de nicotina. Es importante tener en cuenta también tu nivel de experiencia y el tipo de calada que prefieres (boca-pulmón o directa).
No todos los líquidos funcionan igual en todos los dispositivos. También influye tu objetivo: dejar de fumar, hacer trucos con vapor o simplemente disfrutar de sabores nuevos. Elegir correctamente te ayudará a mantener una experiencia constante y sin complicaciones.
El buen uso evita fugas, caladas secas y sabor quemado. Una mala práctica puede dañar tu resistencia o generar mal sabor desde la primera calada.
Un líquido mal utilizado puede dañar la resistencia, generar goteos o arruinar el sabor. Usarlo correctamente también mejora el rendimiento del dispositivo y reduce el consumo innecesario.
Aquí resolvemos las dudas más comunes sobre los líquidos para vapeo:
Sí, siempre que tengan bases compatibles. Así puedes crear sabores únicos o ajustar la intensidad a tu gusto.
Entre 12 y 24 meses. Usa líquidos frescos para mejor sabor y seguridad.
Es la sensación al inhalar, provocada por el PG y la nicotina.
No dejan olor desagradable. El vapor tiene aroma suave que desaparece rápido.
No. Cada vaper necesita un tipo específico de proporción PG/VG y nivel de nicotina.